UN NEGRO PASADO


Por: Jorge Tume Quiroga
(Juventud PUEBLO UNIDO - La Libertad)

Cuando se dio la histórica toma de la Universidad Nacional de Trujillo, en contra de la putrefacta corrupción de Húber Rodríguez Nomura, flameó en la puerta principal una banderola que expresaba el sentir de muchos estudiantes y docentes. La he recordado porque estamos ante las próximas elecciones para elegir a las nuevas autoridades administrativas de nuestra Casa Superior de Estudios y ya se vislumbran algunas malas costumbres.

Se supone que el Rector de una Universidad debe ser alguien con un alto nivel académico, amplia experiencia y calidad moral. Lamentablemente en los últimos tiempos esta no ha sido una regla en nuestra querida Alma Máter. Para muestra, tres ejemplares: Jorge Ruiz Dávila fue condenado por su subordinación a Vladimiro Montesinos; Húber Rodríguez Nomura se hizo acreedor al solemne título de “Rector más corrupto de la historia de la UNT”; Carlos Sabana fue elegido por la gente de Rodríguez Nomura.

Según he escuchado, el personaje cuyo nombre figuraba en aquella recordada banderola quiere ser, a toda costa, Rector. Realmente se me enfría el espinazo con solo imaginarlo.

¿Quién es? Es un señor que siempre aparecía en periódicos implicado en denuncias que tenían que ver con actos de corrupción al interior de su Facultad. Durante el Rectorado de don Guillermo Gil Malca fue echado abruptamente de la Oficina de Mantenimiento, aunque después mandó una carta renunciando. Llegó a ser Decano en medio de la protesta estudiantil que tomó los ambientes de su Facultad para oponerse a su elección, acusándolo de corrupto. En la nefasta gestión de Rodríguez Nomura no tomó posición en contra de la corrupción pues siendo miembro del Consejo Universitario nunca levantó su voz de protesta y se supone que él, como hombre de izquierda (es militante de Patria Roja – MNI) sabe que se está contra la corrupción o a favor de ella. Al parecer su silencio tuvo un precio pues fue elegido Vicerrector en la plancha de Rodríguez Nomura. Basta con este perfil para descartarlo de plano a ser la máxima autoridad universitaria.

Hay otras cosas que se dicen de él, por ejemplo, que no escatima recursos cuando se trata de financiar listas de estudiantes y docentes para luego negociar cargos; que los libros que ha publicado son trabajos de sus alumnos de Antropología; o lo que un amigo hace poco me dijo “si el ‘Negro’ llega a ser Rector, le pone ruedas a la UNT y se la lleva a su casa”. Realmente yo no creo que llegue a estos extremos, aunque algunos juran que así es.

Tengo miedo de que mi querida Universidad siga el triste destino de los últimos tiempos, donde no se necesita ser el mejor catedrático para acceder a tan alto cargo. Tengo miedo que se vuelva a tomar la universidad para desterrar la corrupción y, sobre todo, que vuelva a flamear la misma banderola, esa que decía “Orlando Velásquez corrupto, fuera de la UNT”.

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Diario CORREO. Columna "ESTA BOCA ES MÍA". (Trujillo, 29/05/09)